“La cámara lúcida”
Nota sobre la fotografía
Roland Barthes
Desde mi punto de vista al momento de concluir con la lectura de “La cámara lúcida” me deja cierto grado de pensamiento en lo que el autor cuenta al momento de mirar alguna fotografía.
Cualquiera sea la fotografía hay un retorno de lo muerto, el “haber estado allí” inevitablemente cuando alguien fotografía es algo muerto, el tiempo ha pasado y la persona fotografiada queda plasmada en un papel, algo fácilmente desechable para el que vuelve a mirarla al pasar el tiempo.
Lo que debe impactarme de la fotografía es lo que ha sido no lo que es.
En el capítulo 36 Barthes cuenta recibir una fotografía que le han tomado pero no recuerda (pese a sus esfuerzos) donde fue tomada, solo acepta “no puedo negar que estuve allí”.
A mi parecer, destaco del libro la definición de “Stadium” y Punctum”.
Stadium es todo lo que comprendo al ver, es claro y el punctum es aquello que “me punza” y genera algo interno en mí, puede ser algún detalle de la fotografía.
En “La cámara lúcida” se ilustran una serie de fotografías de excelentes fotógrafos en las cuales Barthes las describe no solo en su contexto, como el nazismo por ejemplo, sino en su calidad como imagen. Hay un pasaje de nostalgia hacia el pasado, de detalles que Barthes encuentra en fotografías difíciles de decodificar, detalles e impacto dignos de un aficionado de la fotografía, todo lo vivido ya esta muerto, hay una línea muy finita entre la vida y la muerte.
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